En un mundo ideal, los inversores recibirían rentabilidades positivas sin tener que asumir riesgos, pero invertir no es así —y nunca lo ha sido—. La rentabilidad es inseparable del riesgo, por lo que, para beneficiarse de ella, hay que asumirlo. De alguna manera, invertir siempre supone compensar. Lo cierto es que el riesgo es una parte inherente incluso de las estrategias de inversión más sólidas, y su estrategia de inversión personal que diseñe junto con un asesor financiero se basará en gran medida en sus objetivos financieros a largo plazo.
Aunque no exista una fórmula mágica sobre cómo invertir, existen algunas consideraciones decisivas para lograr el éxito. Entre las principales se encuentra determinar la asignación de activos, es decir, la combinación de valores de renta variable, renta fija y otros títulos que conformarán su cartera. Esta decisión le ayudará a determinar el nivel de riesgo y el rendimiento necesarios para aumentar sus probabilidades de alcanzar sus objetivos de inversión a largo plazo. En este artículo describiremos cuatro aspectos relevantes que deben considerarse a la hora de elaborar una estrategia de inversión.
Antes de elegir y diseñar la asignación de activos de su cartera, primero deberá identificar sus objetivos y el horizonte temporal de su inversión. En Fisher Investments España definimos este último como el período de tiempo durante el cual se mantendrá la inversión. Una vez haya completado este paso, podrá comenzar a abordar la cuestión de cómo invertir para lograr las rentabilidades necesarias para alcanzar sus objetivos.
En Fisher Investments España creemos que nunca debería olvidar los elementos clave de cualquier estrategia de inversión a largo plazo.
Antes de determinar cómo invertir, deberá entender por qué lo hace. Algunos piensan que su único objetivo es proteger su patrimonio, pero este motivo muchas veces puede despistarles, dado que no tienen en cuenta algunos aspectos clave tales como la inflación, sus necesidades inesperadas de liquidez o un horizonte temporal más largo de lo previsto. En este caso, puede ser contraproducente depositar todos sus ahorros en cuentas bancarias de baja rentabilidad, ya que no conseguirán la rentabilidad suficiente para contrarrestar los efectos de la inflación o los posibles gastos que le puedan surgir.
Otros invierten con el fin de aumentar su patrimonio y ampliar sus oportunidades al máximo. Estos inversores también pueden establecer objetivos que excedan sus propias necesidades económicas, por ejemplo, para dejar una suma a un cónyuge más joven, una herencia para la familia, una donación a una organización benéfica o constituir un fondo fiduciario.
También hay algunos inversores que desean orientar su planificación de inversión hacia el gasto de todo su patrimonio a lo largo de su vida. Este objetivo puede ser peligroso si no se ejecuta correctamente. Los inversores que deseen establecer un plan a partir de este enfoque deben asegurarse de que planifican correctamente la cobertura de unos eventuales gastos inesperados y un horizonte temporal lo suficientemente largo. De lo contrario, se arriesgan a consumir sus inversiones antes de lo previsto.
Para poder diseñar correctamente una estrategia de inversión, primero deberá determinar sus objetivos de inversión a largo plazo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que sus circunstancias podrían cambiar con el tiempo. Puede que tenga que ajustar sus metas financieras —así como su estilo de vida— a causa de eventos u obstáculos que surjan en su vida. Por ejemplo, si sufriera algún problema de salud, podrían aumentar sus gastos y puede que tenga que retirar más fondos de la cartera. Para estar preparado frente a estos imprevistos, puede ser prudente planificar un mayor crecimiento en sus inversiones. En todo caso, si sus objetivos cambian debido a circunstancias imprevistas, es probable que su estrategia de inversión también deba modificarse.
En Fisher Investments España definimos este concepto como el tiempo que necesita mantener su inversión. En el caso de invertir el patrimonio con su cónyuge, este intervalo de tiempo muchas veces tiene en cuenta la esperanza de vida de ambos o la de otros beneficiarios, tales como hijos o nietos. Si estima el tiempo aproximado que va a necesitar mantener su cartera y los ingresos que necesitará de ella, entenderá cómo tiene que crecer su inversión para alcanzar los objetivos establecidos.
Sin embargo, si su horizonte temporal se ve determinado por su esperanza de vida, cabe recordar que puede vivir mucho más de lo previsto. Actualmente tenemos una esperanza de vida superior a la de nuestros padres y abuelos. En este sentido, le puede beneficiar el hecho de disponer de más tiempo para lograr sus objetivos, pero, por el contrario, es posible que también necesite mantener sus activos durante más tiempo.
No subestime su horizonte temporal de inversión. Uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta un inversor es quedarse sin dinero para la jubilación o no alcanzar sus objetivos. En Fisher Investments España le recomendamos que se formule las siguientes preguntas para evitarlo:
Las respuestas a estas preguntas son fundamentales para establecer sus prioridades a la hora de planificar una estrategia de inversión a largo plazo de manera óptima.
El riesgo es un fenómeno inherente a cualquier inversión, desde los títulos negociados en los mercados hasta las cuentas de ahorro básicas. Cuando se habla de riesgo, se refiere a los episodios de volatilidad negativa a corto plazo. Sin embargo, estas fluctuaciones no son en absoluto el único tipo de riesgo; de hecho, uno de los más relevantes es la posibilidad de no alcanzar sus objetivos a largo plazo.
Las caídas temporales en el valor de su cartera pueden ser difíciles de asimilar, pero esa volatilidad a corto plazo podría ser imprescindible para lograr el crecimiento necesario para sus metas de inversión a largo plazo. Desviarse de su estrategia en momentos de mayor volatilidad podría mermar sus probabilidades de éxito.
Muchas veces es mejor mantener la disciplina y atenerse a su asignación de activos y su estrategia de inversión a largo plazo que tomar decisiones impulsivas o influidas por el miedo e invertir en activos que no le ayudarán a cumplir sus objetivos.
Las tres consideraciones de inversión anteriores —objetivos, horizonte temporal y riesgo— constituyen variables importantes que deben considerarse durante el proceso de asignación de activos de su cartera.
Si necesita un alto nivel de crecimiento para lograr sus objetivos, puede que tenga que asumir una mayor volatilidad a corto plazo (cualidad intrínseca de la renta variable) para conseguir las rentabilidades esperadas a largo plazo. Si no necesita tanto crecimiento, puede considerar invertir en valores con menos volatilidad a corto plazo y menos perspectivas de crecimiento a largo, como los títulos de renta fija. Sin embargo, puede que estos valores no tengan un perfil de riesgo tan bajo como pueda imaginarse.
La asignación de activos óptima debería ser la que le ofrezca más probabilidades de conseguir los objetivos establecidos a largo plazo. En última instancia, la asignación de activos que considere más apropiada dependerá en gran medida de sus necesidades de crecimiento para alcanzar esos objetivos a largo plazo y del conocimiento del riesgo intrínseco a la inversión. Si desea obtener más información sobre cómo empezar a invertir, póngase en contacto con Fisher Investments España.
Hay un gran número de factores que tener en cuenta a la hora de planificar sus inversiones, así como muchas estrategias de inversión a su disposición. En Fisher Investments España podemos ayudarle a establecer sus objetivos de inversión a largo plazo y a iniciar el proceso de planificación de sus inversiones. Para obtener más información, descargue una de nuestras guías inversión y actualizaciones periódicas o póngase en contacto con nosotros hoy mismo para concertar una cita.
