Cuatro reglas para los mercados bajistas

«La regla del 2% dice: los mercados bajistas en EE.UU., de máximo a mínimo, descienden de forma irregular, si bien a una tasa media de alrededor del 2% por mes. Si una caída supera ese porcentaje, puede dar por hecho que pronto habrá un rebote y una mejor oportunidad para salir del mercado».

–Ken Fisher, Forbes, «Stay Cool», 21/9/1998

A la hora de invertir en bolsa, comprender cómo funcionan los mercados bajistas –caídas prolongadas del mercado superiores al 20% y basadas en los datos económicos fundamentales– es un factor importante que considerar. Muchos inversores puede que no entiendan el concepto en sus justos términos ni cómo se los puede reconocer; ello puede llevarles a tomar decisiones de compraventa en función de su estado de ánimo y a poner en peligro la consecución de sus objetivos financieros a largo plazo. En Fisher Investments creemos que, si quiere anticiparse al próximo mercado bajista, debe vigilar de cerca los factores fundamentales del mercado; estos básicamente hacen referencia a cuestiones políticas, económicas y del estado de ánimo. A nuestro juicio, los indicadores técnicos no son suficientes per se para prever la llegada de un mercado bajista. Sin embargo, las investigaciones de Fisher Investments demuestran que estos raramente comienzan con una «explosión», sino más bien con un «suspiro»: una disminución escalonada de los precios durante un periodo más largo que sume a los inversores en una falsa sensación de seguridad.

Para identificar esta característica disminución escalonada podemos servirnos de cuatro reglas:

  1. La regla del 2%: Un mercado bajista normalmente retrocede a un ritmo mensual de alrededor del 2% (gráfico 1). Estas disminuciones pueden situarse por encima o por debajo de dicho porcentaje, pero, en general y en promedio, los mercados bajistas no suelen arrancar con la caída fuerte y repentina que algunos anticipan. Si este mercado bajista cae más del 2% al mes, suele producirse un rebote que brinda mejores oportunidades de venta a los inversores o podría ser simplemente una corrección bursátil. Si desea saber más, lea la siguiente sección sobre correcciones «disfrazadas» de mercados bajistas.
  2. La regla de los 3 meses: Durante las décadas de los cuarenta y cincuenta del siglo pasado, Joe Goodman, columnista de Forbes de dilatada trayectoria, aconsejaba a los inversores que nunca se precipitaran a la hora de proclamar la llegada del máximo del mercado. Esta regla aboga por esperar tres meses más desde que empiece a sospechar que se ha iniciado un mercado bajista para confirmarlo. En lugar de tratar de adivinar cuándo se podría tocar techo, con esta regla se asegura de que esto ya ha pasado antes de emprender algún movimiento de inversión defensivo. Proporciona un margen temporal para evaluar la información fundamental de inversión, la respuesta del mercado y las posibles causas del mercado bajista (gráfico 2).

Los gráficos 1 y 2 muestran el característico descenso escalonado que precedió a la caída del índice S&P 500 durante el mercado bajista de 1973-74.

Fuente: FactSet, a 24/7/2018. Cotización del índice S&P 500 Price para el periodo 31/12/1972-31/12/1974, indexado a 100 a 31/12/1972 (en dólares estadounidenses). Las fluctuaciones de la divisa entre el dólar estadounidense y el euro podrían dar rendimientos de la inversión superiores o inferiores. Véase el gráfico 5 para observar la evolución de la cotización del índice S&P 500 Price (sin dividendos) durante los 5 años anteriores.

  1. La regla de los dos tercios/un tercio: Históricamente, alrededor de un tercio de la caída de la bolsa tiene lugar en los primeros dos tercios del mercado bajista, mientras que los otros dos tercios de la caída ocurren en el último tercio del mercado bajista (gráfico 3).
  2. La regla de los 18 meses: Aunque la duración de los mercados alcistas –periodos de subidas sostenidas del precio de las acciones– puede variar considerablemente, en el caso de los mercados bajistas, desde 1946 han durado de media solo 16 meses (gráfico 4). Y, es que, en la historia reciente, en muy pocas ocasiones se han alargado más de dos años. De hecho, si ha puesto en marcha una estrategia de inversión defensiva, seguramente no debería apostar por que va a durar tanto tiempo. Cuánto más se dilate un mercado bajista, más probable es que esté esperando demasiado para reinvertir. Si mantiene su pesimismo durante más de 18 meses, puede perderse las desorbitadas subidas del mercado que marcan casi siempre el comienzo del próximo mercado alcista. Los inversores no pueden permitirse quedarse sin esos repuntes.

Fuente del gráfico 3: Cotización del índice S&P 500 Price para el periodo 31/12/1972-31/12/1974, indexado a 100 a 31/12/1972 (en dólares estadounidenses).

Fuente del gráfico 4: FactSet, «Datos financieros mundiales», a 19/3/2015. Cotización del índice S&P 500 Price para el periodo 29/5/1946-9/3/2009 (en dólares estadounidenses). En los rendimientos no se ha tenido en cuenta los dividendos. Respecto a la duración, un mes equivale a 30,5 días. Las fluctuaciones de la divisa entre el dólar estadounidense y el euro podrían dar rendimientos de la inversión superiores o inferiores. Véase el gráfico 5 para observar la evolución de la cotización del índice S&P 500 Price (sin dividendos) durante los 5 años anteriores.

Tenga cuidado con las correcciones bursátiles «disfrazadas» de mercados bajistas

Igual de importante es no confundir por error un mercado bajista. Si el mercado está atravesando una corrección –caída breve impulsada por el estado de ánimo de entre el 10% y el 20%–, en Fisher Investments pensamos que sería mejor que resistiera y mantuviera la cartera. Es imposible acertar de manera precisa y sistemática el momento justo en que las correcciones tienen lugar, debido a la forma en que se comportan. Una corrección puede comenzar por cualquier motivo o sin él, pero en ellas no se observan las causas ni las características del muro o el golpetazo. El muro se refiere a la idea de que a medida que los mercados alcistas avanzan, los temores de los inversores se acaban asumiendo y desaparecen. El golpetazo ocurre cuando un acontecimiento totalmente inesperado suficientemente grande hace caer varios puntos porcentuales el producto interior bruto (PIB) mundial. Aquí hay algunas señales potenciales de que está siendo testigo de una corrección:

  • Existe un conflicto geopolítico regional reciente o en curso, un acto de terrorismo o una catástrofe natural que recibe una cobertura mediática tipo «día del juicio final». Estos acontecimientos pueden acentuar la volatilidad de los mercados bursátiles.
  • Los datos fundamentales de la economía son sólidos.
  • La caída del mercado bursátil, tras un máximo relativo reciente, ha sido repentina, corta y brusca, a diferencia del descenso escalonado.

La elección de iniciar una estrategia de inversión de mercado bajista y ponerse a la defensiva no debería ser lo habitual ni hacerse por intuición o por la opinión de su vecino. Salir del mercado es uno de los mayores riesgos de inversión que puede correr: si se equivoca y necesita crecimiento en su cartera, perderse los rendimientos del mercado alcista puede acarrearle serias consecuencias. Es importante destacar que no existen reglas de mercado rígidas que un inversor deba seguir a ciegas. Por el contrario, mantenerse informado sobre los factores que impulsan la situación actual del mercado y comprender las causas e indicadores de los mercados bajistas es importante si quiere mantener la disciplina en la gestión de su cartera y alcanzar sus objetivos de inversión a largo plazo.

Fuente: FactSet, a 24/7/2018. Cotización del índice S&P 500 Price para el periodo 3/1/2011-2/1/2018 (en dólares estadounidenses). Las fluctuaciones de la divisa entre el dólar estadounidense y el euro podrían dar rendimientos de la inversión superiores o inferiores.

Invertir en los mercados financieros implica un riesgo de pérdida y no hay garantías de que todo o parte del capital invertido sea reembolsado. La rentabilidad pasada no garantiza ni indica los resultados futuros de manera fiable. El valor de las inversiones y los ingresos procedentes de ellas están sometidos a la fluctuación de los mercados financieros mundiales y de los tipos de cambio internacionales.