Análisis del mercado

La eurozona, además de Cataluña

Los cambios legislativos en Francia e Italia no cambian nuestras perspectivas positivas para las acciones de la eurozona, aportan mayor certeza y muestran cómo el sentimiento en la eurozona aún se está poniendo al día.

Con tanta cobertura mediática reciente sobre Cataluña y el anunciado no acontecimiento que supuso la reunión del 26 de octubre del Banco Central Europeo (BCE), otros acontecimientos políticos importantes de la zona euro pasaron desapercibidos. Francia aprobó importantes recortes tributarios e Italia aprobó reformas electorales que venían de largo. Si bien ninguna de las dos cosas cambia nuestras perspectivas positivas para las acciones de la eurozona, aportan mayor certeza y, especialmente en Francia, muestran cómo el sentimiento en la eurozona aún se está poniendo al día.

Francia

El presidente Emmanuel Macron ha sacado partido de su partido político “En Marche!”, que cuenta con una mayoría del 61% en la Asamblea Nacional, para aprobar un presupuesto que incluye algunos recortes de impuestos y reducciones en el gasto público. El objetivo de este presupuesto (junto con las reformas de contratación y de pequeñas empresas anunciadas anteriormente) es animar a que las empresas y los empresarios regresen a Francia eliminando algunas leyes de las que los negocios locales e internacionales se han quejado mucho tiempo. Asimismo, la administración estima que los cambios en el presupuesto reducirán el déficit presupuestario de Francia por debajo del límite del 3% (del PIB) de la eurozona.

Entre los aspectos más destacados de los recortes de impuestos, la tasa impositiva corporativa caerá del 33% al 25% de aquí a 2022. El impuesto sobre las rentas altas, una política emblemática del ex presidente François Hollande, también desaparecerá, al igual que el impuesto al patrimonio, que atemorizó a unos 60.000 millonarios desde 2000. En su lugar, hay un nuevo impuesto a la propiedad, que se aplica a los bienes inmuebles por encima de 1,3 millones de €, y debería eximir al 80% de los hogares franceses. Los impuestos de plusvalías también variarán su compleja estructura (con tasas difíciles de comprender que van del 45% al 60%), para adaptarse a una tarifa plana del 30%. Finalmente, el impuesto adicional del 3% sobre los dividendos no ha cuajado.

En materia de gasto, la administración recortó algunos subsidios. Se estima que el presupuesto para los contratos de trabajo subsidiados por el gobierno será unos 1.500 millones de € menos al año, mientras que los subsidios anuales de vivienda serán aproximadamente 1.700 millones de € menos. Las prestaciones y subsidios de seguro médico se reducirán en aproximadamente 4.200 millones de euros al año. Además, muchos empleados públicos que se jubilen no serán reemplazados, para recortar de este modo la nómina pública sin asumir despidos políticamente difíciles.

No está aún claro si estas medidas serán suficientes para atraer capital a Francia. Macron ve una oportunidad para atraer empresas del Reino Unido, post-Brexit, y suprimir algunos de los problemas que reducían la competitividad a largo plazo en Francia no puede ser perjudicial. Sin embargo, la cobertura mediática ha sido escasa y negativa, citando a manifestantes con letreros que rezaban «Macron, presidente de los ricos». Aunque sea algo anecdótico, es un ejemplo de que el sentimiento de la eurozona sigue siendo demasiado tenue. Pocos parecen considerar que el aumento de reformas es un aspecto relativamente positivo.

Italia

La reforma electoral se aprobó sobradamente en el parlamento, gracias al apoyo de la mayoría de los principales partidos y líderes, incluidos los demócratas del ex primer ministro Matteo Renzi, Forza Italia del ex primer ministro Silvio Berlusconi y la Liga Norte. Gracias a cuatro proyectos de ley diferentes, los legisladores pudieron impulsar cambios para armonizar las normas electorales tanto en la Cámara alta como en la baja.

Los cambios aprobados son los siguientes. En primer lugar, se permite que se formen coaliciones multipartidistas antes de que se celebren las elecciones. En segundo lugar, cambian las normas de las elecciones parlamentarias de tal modo que un tercio de todos los escaños se asignan en función de un ganador absoluto en cada región, y los dos tercios restantes se asignan proporcionalmente. Estos cambios, estaban incluidos en las reformas que Renzi quiso aprobar cuando convocó el referéndum sobre la reforma electoral a finales del año pasado. En aquel momento, probablemente fue demasiado ambicioso con su agenda, ya que también trató de retirar por completo el poder al Senado. Como resultado, renunció como primer ministro, abriendo paso a un gobierno interino con un mandato limitado para reformar la ley electoral y reducir la probabilidad de un parlamento indeciso. Este paquete parece ajustarse a la ley, y es un revés para el movimiento populista Cinco Estrellas (M5S).

Las próximas elecciones en Italia serán en mayo de 2018, y las reformas electorales deberían ayudar a aliviar la incertidumbre en el período previo. Durante todo el año, los inversores han temido que el M5S ganase poder en Italia, pero las nuevas leyes acaban con las posibilidades del partido de entrar en el gobierno, a menos que algo cambie radicalmente. El M5S hasta ahora ha rechazado formar una coalición con cualquier otro partido. Cuentan constantemente con un apoyo marginal, pero rara vez cuentan con los suficientes votos como para ganar directamente cualquier votación. El apoyo conjunto de los otros tres principales partidos también podría significar el adelanto de un posible gobierno de coalición tripartito de los Demócratas de Renzi, Forza Italia de Berlusconi y la Liga Norte, aunque esto por el momento es mera especulación. Ante todo, se trata de otro revés para el populismo euroescéptico.

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