Asignación de activos: invertir en renta variable o en renta fija

Una pregunta frecuente a la hora de invertir para la jubilación es cómo se asignan las diferentes clases de activos en la cartera, sobre todo con respecto a las proporciones de renta variable y renta fija. ¿Cuál es más segura? ¿Cuál le brinda más oportunidades de alcanzar sus objetivos financieros y de no quedarse sin dinero en la jubilación?

Para analizar dichas cuestiones, resulta determinante comprender qué significan en el mundo de la inversión los términos arriesgado y seguro. Por ejemplo, si atendemos únicamente a la volatilidad de cada clase de activo, para algunos inversores invertir en renta variable puede ser arriesgado y hacerlo en renta fija seguro.

En todo caso, los inversores podrían están pasando por alto el riesgo de que la cartera no alcance el crecimiento necesario, lo que, al fin y al cabo, limita las posibilidades de alcanzar los objetivos a largo plazo y las futuras necesidades de efectivo. Sin olvidar la seguridad y el riesgo de cada inversión, pero poniéndolos en relación con los objetivos, es posible que un mayor posicionamiento en acciones se ajuste mejor a sus necesidades.

Si desea mantener su actual nivel de vida durante la jubilación y, para ello, su cartera debe crecer, poner demasiado énfasis en la renta fija podría revelarse, en realidad, como una estrategia más arriesgada, dado que una cartera que no avance al ritmo exigido podría obligarle a reducir sus gastos para evitar quedarse sin dinero. Por ello, asignar un peso más importante a la renta variable constituiría la mejor opción para alcanzar sus objetivos financieros en el futuro.

La asignación de activos debe inspirarse en los objetivos

Nuestra experiencia nos dice que el factor que determina en mayor medida el éxito de las inversiones es la asignación de activos de la cartera: la combinación adecuada de valores de renta variable, renta fija, efectivo y otros títulos.

Ningún inversor debería tener la misma asignación de activos que otro, ya que esta debe ir en consonancia con los objetivos a largo plazo para su jubilación. Antes de considerar cuál es la más adecuada para usted y qué inversiones se adaptan mejor a su situación personal, debe fijar unos objetivos a largo plazo. Valiéndonos de nuestros conocimientos, podemos afirmar que la mayoría de los objetivos financieros de los inversores hacen referencia a las siguientes categorías generales o a una combinación de ellas:

  • Disponer de efectivo para mantener o mejorar el estilo de vida durante la jubilación.
  • Aumentar el patrimonio al objeto de legarlo a herederos, fundaciones u ONG.
  • Preservar el patrimonio. Se trata de un propósito casi siempre mal entendido y que, según nuestra experiencia, pocos inversores persiguen en realidad.

Si se desea una asignación de activos fructífera, la definición de sus objetivos para la jubilación debe ser un paso primordial, ya que, en función de cuáles sean, se requerirán diferentes inversiones y ponderaciones.

El horizonte temporal de inversión y la asignación de activos

A la hora de determinar el horizonte temporal de inversión y la asignación de activos, a nuestro juicio, muchas empresas y profesionales del sector financiero conceden una importancia excesiva a algunos factores, como la edad o la tolerancia al riesgo del cliente. Un criterio tan cerrado puede suponer ignorar todas las exigencias, objetivos y circunstancias del cliente.

No existen respuestas universales infalibles ni unas directrices generales que establezcan las proporciones de la cartera en acciones y en renta fija. La asignación de activos ideal dependerá de factores personales como los objetivos y el horizonte de inversión, definiendo este como el tiempo que necesita mantener sus inversiones. Por consiguiente, podría ser su esperanza de vida, la de su cónyuge o la de aquellas personas que dependan de usted, o bien el tiempo que desea que perviva su legado.

Cuanto más largo sea su horizonte de inversión, más probable es que la renta variable sea una opción más adecuada para usted, sobre todo si busca la revalorización de la cartera a largo plazo. Al calcular el horizonte temporal de inversión, no olvide que la esperanza de vida no ha dejado de aumentar en los últimos años: puede que viva más de lo que espera, ya que los avances médicos y tecnológicos han revolucionado la sanidad y, con ello, la calidad de vida de los mayores. ¿Las ponderaciones de su cartera son adecuadas como para suministrarle los ingresos suficientes durante todo el horizonte temporal de inversión?

La inflación y la asignación de activos

A medida que aumenta la inflación, se reduce el poder adquisitivo, conque es un factor relevante para los inversores a la hora de seleccionar los activos que forman parte de sus carteras.

Invertir en valores de rentabilidad baja, como la renta fija, o mantener una proporción elevada de ahorros en efectivo quizás no sea la estrategia más adecuada para que su cartera alcance el crecimiento requerido en el momento de jubilarse. De hecho, estas estrategias aparentemente prudentes podrían conducir a uno de los mayores riesgos: agotar su patrimonio en la jubilación. En las inversiones, una menor volatilidad no reduce necesariamente el crecimiento global de la cartera.

Invertir en renta variable puede ser la mejor manera de conseguir el crecimiento que necesita a largo plazo para obtener ingresos durante su jubilación. Este crecimiento no solo podría ayudarle a superar los efectos de la inflación, sino también a superar obstáculos que no había considerado, como un horizonte temporal más largo de lo previsto o unas necesidades de gasto más altas de las esperadas.

Los instrumentos financieros de renta fija no están, ni mucho menos, libres de riesgo, ya que fluctúan con el tiempo y pueden perder valor al verse afectados por la inflación. Cuando la inflación aumenta, los tipos de interés pueden subir, lo que podría provocar una caída proporcional del precio y el valor de sus títulos de renta fija.

Mantener una parte o la totalidad de sus ahorros para la jubilación en efectivo también significa correr el riesgo de no lograr un crecimiento suficiente para satisfacer sus necesidades de liquidez a largo plazo. Aunque el efectivo le protege de la volatilidad, la inflación podría erosionar el poder adquisitivo de su cartera con el tiempo. Si la inflación sigue subiendo, necesitarás muchos más activos para mantener el mismo poder adquisitivo.

Si comienza a invertir con la antelación suficiente y se procura un horizonte temporal de inversión lo suficientemente largo, invertir en acciones será la mejor opción para atender cualquier necesidad de crecimiento de su cartera.

Generar rentas y flujos de efectivo durante la jubilación

En su plan de ingresos para la jubilación, debe considerar todos los gastos de esta etapa, tanto los previsibles, como los de subsistencia, deudas o impuestos, así como aquellos que puedan surgir de repente, como algún viaje inesperado o algún acontecimiento relacionado con su familia.

Si ya ha decidido su horizonte temporal de inversión, asumido los efectos de la inflación y decidido cuál es la asignación de activos más apropiada para sus necesidades, le queda determinar cómo obtendrá rentas y flujos de efectivo durante la jubilación.

Es posible que disponga de varios tipos de cuentas de ahorro para la jubilación o dedicadas a la inversión de las que espera obtener rentas o generar flujos de efectivo. Analice en detalle cómo pueden ayudarle durante la jubilación.

El cobro de cupones de los bonos, los dividendos de las acciones y el efectivo pueden ser fuentes de ingresos. Aun así, muchas veces se obvia la venta de acciones, una opción que aporta flexibilidad en la generación de flujos de efectivo durante la jubilación. Fisher Investments define la venta selectiva de acciones como "dividendos de cosecha propia". Las ventajas de esta flexibilidad son muchas: puede mantener sus inversiones en consonancia con sus objetivos de jubilación a largo plazo y, al mismo tiempo, vender selectivamente acciones para recibir efectivo en su cartera cuando sea necesario. Asimismo, este enfoque le aporta una mayor flexibilidad y beneficios fiscales en la generación de efectivo[i]

Póngase en contacto con Fisher Investments España

En última instancia, la pregunta de si conviene invertir en acciones o en renta fija depende de las circunstancias personales de cada inversor.

En Fisher Investments España trabajamos con el cliente para ayudarle a examinar su cartera teniendo en cuenta sus decisiones y estrategias con el fin de que puedan alcanzar sus objetivos financieros a largo plazo.

Tras proponerle una estrategia de inversión inicial, le ofreceremos los servicios de gestión de carteras de nuestra compañía matriz estadounidense, Fisher Investments. Contacte hoy mismo con Fisher Investments España para hablar con nuestros profesionales cualificados.

[i] El contenido del presente documento no debe considerarse como un asesoramiento en materia fiscal. A tal fin le rogamos que contacte con un asesor fiscal profesional.

Invertir en los mercados financieros implica un riesgo de pérdida y no hay garantías de que todo o parte del capital invertido sea reembolsado. La rentabilidad pasada no garantiza ni indica los resultados futuros de manera fiable. El valor de las inversiones y los ingresos procedentes de ellas están sometidos a la fluctuación de los mercados financieros mundiales y de los tipos de cambio internacionales.